Yo el Instagram no lo uso bien. A menudo, cuando colocas un artículo delante tú mismo te delatas: la lavadora… ¡vaya trasto!, por no asumir que eres un puto inútil de las tareas domésticas; menudo pieza, el Dieguito… En cambio, si te fijas, Diego (sin el artículo) es un estudiante que te cagas. Con (el) Instagram, tres cuartos de lo mismo. Por eso, hace unos meses, cuando me dio por hacer grullas de origami, varias personas me dijeron que no …